Películas – Solo Boxeo

El boxeo es mucho más que golpes y habilidad. Quienes no son conocedores de este mundo lo observan desde fuera con cierta cautela, pero la realidad es que es un deporte que transmite muchos valores, algunos muy importantes en nuestra sociedad. Varios de ellos han sido el motivo por el que la gran pantalla se ha centrado en una historia del cuadrilátero, para expresar emociones y sentimientos. Podemos encontrar películas que hacen hincapié en diferentes aprendizajes como la disciplina, el respeto o la responsabilidad; tres cualidades que debe tener cualquier deportista de alto nivel. También en la paciencia, la humildad y la justicia. Pese a tener una fachada de juego duro y rocoso, detrás hay un gran componente de humanidad que es clave para combinar deporte y espectáculo. El pugilismo, aparte de ser inspirador en el mundo cinematográfico, también ha sido generador de numerosos pronósticos junto a otros deportes como el fútbol, el baloncesto o el tenis. A modo de recomendación, para aquellos que quieran realizar sus apuestas, se deberían observar las free bets, aquellas que se pueden realizar de manera gratuita, ofrecidas por las diferentes casas o el amplio abanico de promociones que se presentan para clientes recién llegados. Volviendo a las películas, es de especial mención la gran saga de boxeo que popularizó este deporte: Rocky. Las películas protagonizadas por Sylvester Stallone, en las que se pone en la piel de un boxeador profesional, han dado la vuelta al mundo y se han convertido en una de las sagas más importantes de la historia de la cinematografía. Hay hasta ocho películas, empezando con la de 1976, que relatan la vida de Rocky Balboa y muestran su evolución técnica en cuanto al golpeo, agilidad y rapidez. Cabe comentar que, en dos de las últimas películas de la saga a modo de spin-off, Rocky da el paso de dentro a fuera del ring como entrenador. En Creed: Corazón de campeón y Creed II: Defendiendo el legado, el boxeador protagonista es Adonis Creed, hijo de Apollo Creed, interpretado por Michael B. Jordan, que lucha para asentarse en lo más alto con la ayuda de los entrenamientos del rival de su padre. Más clásicos También con grandes nombres y erigiéndose como un clásico del cine apareció, en 1980, Toro Salvaje. En este film, que cuenta con personalidades como Robert De Niro, Cathy Moriarty, Joe Pesci o Martin Scorsese, se relata a modo biográfico la historia de Jake La Motta, un boxeador que desea ser campeón de los pesos pesados pero que sus fantasmas dentro y fuera del ring le juegan a menudo malas jugadas. Para ello será clave intentar controlar la violencia y la agresividad en todos los aspectos de su vida. Y no podía faltar Million Dollar Baby, de 2004, y con otro director y protagonista archiconocido: Clint Eastwood. La película sigue la vida de un entrenador, Frankie Dunn, que pasa de entrenar a los mejores púgiles a regentar un gimnasio con un amigo. Todo cambia cuando una chica, Maggie Fitzgerald, le pide que la entrene en boxeo y, aunque al principio la petición es rechazada por puro machismo, termina aceptando. Un llamamiento a la lucha contra el sexismo y que aboga por la igualdad de género. Aunque no ha llegado a nuestros días con tanta fuerza como las anteriores, los críticos de cine consideran El ídolo de barro como uno de los mejores clásicos fílmicos, especialmente de los relacionados con este deporte. Data de 1949 y tiene como protagonista Kirk Douglas, que encarna a Midge Kelly. El boxeador llega a perder la visión de la realidad debido a la fama y cae en las tentaciones que le complicarán su vida personal y profesional. Una batalla constante que refleja algunos de los problemas que comporta el éxito repentino. Vidas de película A modo biográfico llegó en 2005 el título Cinderella Man. Esta cuenta la historia real de James Braddock, interpretado por Russel Crowe, un exboxeador que debido a la crisis económica de finales de la década del 1930 tiene que volver a subir al ring para traer dinero a casa. Una lucha contra las dificultades y con un punto de nostalgia para superar una situación familiar adversa. Para muchos, boxeo es sinónimo de Muhammad Ali. Como no podía ser de otra manera, también tiene su pieza cinematográfica, aunque con claros toques de una producción documental. Esta es When We Were Kings, de 1996, que relata con imágenes reales el combate que enfrentó a Ali con George Foreman en el mítico combate Rumble in the Jungle, considerado como uno de los grandes eventos del siglo pasado. En esta película se ve reflejada la importancia del choque con especial mención a la lucha contra el racismo. Basada en hechos reales, y algo más dura que la anterior por la historia que cuenta, cabe destacar a The Fighter, de 2010. Se explica la historia de dos medio hermanos, Micky Ward y Dicky Eklund, que comparten el sueño de convertirse en boxeadores. Mientras el primero quiere volver a coger el hilo de su carrera, el segundo luchará contra las adicciones, aunque ya es profesional. Una fotografía muy dura de los problemas y frustraciones de fuera del cuadrilátero. Como ejemplo de superación, hay un título reciente que se tiene que destacar: Redención, de 2015. Esta película, protagonizada por Jake Gyllenhaal, relata el camino interior que debe realizar un boxeador que llega a tocar fondo cuando fallece su esposa. Un ejemplo de lucha contra el dolor y de trabajo de fortaleza mental que debe realizar el protagonista para volver a lo más alto. Finalmente, también se pueden comentar algunas películas que, aunque el boxeo está en muchas ocasiones en un segundo plano, es el hilo conductor de la historia que se cuenta. Ejemplo de ello es Huracán Carter, un boxeador injustamente acusado de un delito, o Napola, escuela de élite nazi, donde deporte e ideología chocan en más de una ocasión, generando un dilema al protagonista. Dos títulos que valen la pena. Todas las películas nombradas van más allá de lo estrictamente deportivo. Muestran y relatan la lucha interna que muchos deportistas profesionales deben afrontar fuera de los cuadriláteros. Aunque con historias diferentes, explican cómo el boxeo es mucho más que un deporte físico, con un alto componente de fortaleza mental y unos valores que le son indisociables.

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