Siempre he dicho que este combate jamás se debió de dar. Siempre argumenté que para bien o para mal los pesos están para algo. Yo soy de los que esperaba que se cumpliera con rigor moderado con los rankings que los organismos mostraban y por eso quería ver al Canelo con Benavidez o Morrell, que eran los que por entonces estaban destacando en su peso.
Pero ese solo era mi particular punto de vista.
Cuando se enfrentan dos rivales de esta repercusión pueden pasar estas cosas.
Crawford ganó porque técnicamente es muy superior a Canelo, simplemente en todo: lo supera especialmente y esencialmente en el uso de la distancia tanto a la hora de defender como a la de atacar. Lo supera de forma inmensa en la rapidez, en agilidad y en el instinto. Terence es mucho más incisivo que Saúl, más diestro porque sabe boxear tanto con la derecha como con la zurda, y encima maneja mucho mejor que el Canelo el arsenal ofensivo que posee.
Siempre he dicho que para mí Saúl no era un clase A, siempre. Eso no quita para que sea un fenómeno mediático y un excelente boxeador, pero si hablamos de boxeo puro no le llega para igualar o acercarse a este tipo de megaestrellas como Crawford o como puede ser el mismo Oleksander Usyk. Simplemente, Saúl no está al mismo nivel, y en estos combates se puede ver con total nitidez.
Ahora circula el argumento de la edad, pero esa excusa no sirve porque el Canelo siempre mostró sus carencias ante este tipo de rivales.
Mayweather Jr. no tuvo ningún tipo de oposición por parte del Canelo y la excusa fue que Saúl era demasiado joven por entonces.
Ahora que es ya un veterano y que ha tenido tiempo para corregir aquellos defectos se encuentra con otro exponente de la escuela afroamericana y el resultado es casi peor porque Crawford es mayor y boxeaba dos o tres pesos por debajo.
Floyd se burló de él entonces y ni siquiera se esforzó, Crawford ha sido más dañino, más incisivo y despiadado, le ha hecho más daño en lo físico y lo mental.
En ambos combates los jueces fueron benévolos con Saúl. Recuerdo que una de las tarjetas con Floyd fue un escándalo a favor del mexicano, ya que Saúl no ganó ni un solo asalto de ese combate.
Con Crawford la cosa estuvo más dividida, pero el norteamericano ganó con una claridad meridiana que no se ve en las puntuaciones.
Para mí, Lara también venció a Saúl, pero los jueces vieron otra cosa. Fue un combate muy ajustado.
Bivol le dio otro repaso y aunque venció se vio perjudicado por unas puntuaciones que favorecieron al Canelo de forma injusta.
En definitivas cuentas , cuando se habla del mejor Canelo se recurre a la época en que el mexicano derrotó a los humildes campeones del peso súper mediano (Smith, Saunders y Plant más el célebre Yildirim).
Para mí el mejor Canelo fue el periodo anterior, donde disputó dos combates apretados con Golovkin , periodo en el que peleo contra Cotto o Jacobs. Esa fue la mejor versión del Canelo Álvarez, con diferencia.
Lo que vimos después ante Ryder, Berlanga, Charlo, Munguía and company solo es marketing y boxeo de segundo nivel con rivales que han demostrado con sus posteriores derrotas, sus múltiples carencias. Recordemos el ridículo en su último combate de Berlanga o el fracaso de Munguía ante Surace.
La historia se va cerrando y Álvarez debe plantearse con inteligencia cuál será su siguiente paso para así cerrar una carrera brillante en la parcela comercial que siempre será recordada por muchos aficionados. Otros no olvidaremos sus carencias técnicas, su falta de esquina y sobre todo que evitó enfrentarse con David Benavidez.
Veremos qué le depara el futuro para el ex campeón del mundo del peso súper mediano, le deseamos la mayor de las suertes.
Marcos Nogueroles Hernández