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Cuando aquel joven locuaz, y extrovertido celebró escandalosamente su triunfo sobre el fornido ex Campeón de los Pesos Completos, Sonny Liston, mucha gente no salía de su asombro. Aun pocos sabían que se llamaba Cassius Marcelus Clay, que venía de Lousville, Kentucky y que había ganado la medalla de oro en los pesos Semicompletos en los Juegos Olímpicos de Roma 60. El gran Sonny Liston había perdido una corona que se suponía, mantendría durante mucho tiempo. Había destronado tan rotundamente al anterior Campeón, Floyd Patterson, que hasta se creía que iba a morir de viejo con ella. Ciertamente el estilo de pelear y de comportarse del joven Clay, era algo inusual en un Campeón de los Pesos Completos. En los años 60, el monarca de la máxima división era un personaje mundial y su status se consideraba al nivel de los grandes líderes del planeta. No había lista de hombres célebres en las principales publicaciones de Europa y América donde no figurara en lugar de privilegio, el Campeón de todos los pesos. Hasta ahora este cotizado personaje era un hombre muy fuerte, de carácter introvertido, más dado a la acción en el ring que a pronunciar discursos en vivo o ante medios de comunicación. Su gran popularidad era directamente proporcional a la cantidad de seres humanos que había triturado en sus peleas en los principales escenarios del mundo del boxeo. Se recordaba las hazañas de hombres de terrible fuerza en su pegada como Jack Dempsey, Primo Carnera (con sus historias y anécdotas), Max Baer, Jack Sharkey, Joe Louis, Jersey Joe Walcott, Ezzard Charles, Rocky Marciano. Con muy pocas excepciones, recordados por su sobriedad y fortaleza de puños. El más pequeño y el más joven en ganar el título había sido el amable Floyd Patterson quien era muy querido por su cordialidad, por la historia romántica de su vida y por haber sido el primero que recuperó la corona de los Pesos Completos, luego de haberla perdido. Nació el Mito de Muhammad Alí El joven Cassius Clay comenzó a copar la escena referente al boxeo con su locuacidad, su capacidad histriónica y sus travesuras. Se hizo del dominio público que desde que comenzó en el profesional, había pronosticado el round en que iba a noquear a sus rivales, acertando casi todas las veces. Antes de la pelea con Liston le planteó una guerra sicológica llamándole “Oso Feo” y amenazándolo con darle una paliza. Esta forma inusual de comportarse por un contendiente al título de los Pesos Completos, despertó curiosidad, antipatía y también interés por aquel joven bien parecido que hablaba de racismo y de igualdad entre negros y blancos. Pronto se interesó por el Islamismo y se acercó a los líderes negros Malcom X, Marthin Luther King y Elijah Muhammad. El polémico desenlace de la revancha con Liston, su conversión al Islam y la certidumbre de los pronósticos acerca de sus triunfos por Ko, le hicieron acreedor de una creciente popularidad. Uno tras otro sus retadores caían víctimas de una impresionante velocidad de piernas y manos. Se desplazaba como un peleador de mucho menor peso y con una velocidad y armonía de movimientos impresionante. Nunca en la historia se había visto eso en algún Peso Completo. La Guerra de Vietnam En 1968 ya Alí era un Campeón consolidado. Había defendido ocho veces la corona logrando triunfos indiscutibles ante todos los retadores que le salieron al paso. Incluso, unificó títulos con el texano Ernie Terrell quien aprovechó la descalificación que un organismo mundial le endosó a Alí, para participar en una pelea eliminatoria contra Eddie Machen, a quien derrotó para anexarse una parte de la corona de la máxima división. El gobierno estadounidense dirigió al Campeón una convocatoria para intervenir en la guerra de Vietnam a lo cual, el púgil se negó. El problema tuvo una repercusión mundial y fue ampliamente debatido en distintos escenarios públicos. Acusado de incumplir con la Constitución de los Estados Unidos, Alí fue encarcelado y despojado de todos sus pergaminos como campeón de boxeo. Sólo fue a mediados del año 70 cuando las cortes respectivas fallaron a su favor y salió en libertad. La popularidad de Muhammad Alí alcanzó niveles estratosféricos y su vuelta al boxeo quedó servida. Los principales organismos rectores del boxeo, AMB, CMB y la Comisión de Nueva York, habían elegido sus respectivos campeones luego de organizar sus eliminatorias. La AMB reconocía a su ex sparring, Jimmy Ellis y los otros dos a Joe Frazier, medalla de Oro en Peso Completo en los Juegos Olímpicos de Tokyo 64. La vuelta al boxeo de Alí fue un acontecimiento. Venció al rubio Jerry Quarry por Kot en tres asaltos y después al rudo argentino Oscar Bonavena por Kot en 15. El 8 de marzo del 71 fue superado claramente por Joe Frazier en el Madison Square Garden. Alí cayó a la lona en el round 15 y perdió una clara decisión unánime. Esta gran pelea fue llamada con justicia “La Pelea del Siglo” y dio inicio a una histórica rivalidad entre ambos. Se volverían a enfrentar dos veces más, con victorias para Alí por decisión en 12 asaltos (Nueva York) y por Kot en 14 (Manila), pero sin volver a mostrar las condiciones y las destrezas de la primera. Pero la vida le reservaba al Campeón de Lousville una carrera de éxitos de aquí en adelante. Reconquistó la corona el 31 de octubre de 1974 ante George Foreman en Kinshasa, Zaire. La defendería innumerables veces hasta que en 1978 la perdió ante el novato Leon Spinks. La recuperó y se retiró, pero tuvo dos dolorosos regresos en los que fue derrotado por Larry Holmes y el canadiense Trevor Berbick. No se podía sospechar en el año 64 que aquel joven esbelto y rápido, podía poner a la humanidad entera a gozar y sufrir sus peleas y sus peripecias como lo ha hecho hasta hoy cuando lo vemos vacilante, con la mirada perdida, víctima del Parkinson, pero con una dignidad que asombra. Su orgullo está presente cuando aparece en público bien trajeado y con la eterna majestad de un Campeón. Pero pudo haber un tropiezo en la pelea con Liston Ahora que Alí ha recorrido el largo camino de la gloria, muchos han olvidado –o nunca lo supieron-, que en esa primera pelea con Liston, cuando no contaba con el fervor del público, el joven Clay pasó por algunas circunstancias que -¿Quién sabe?-, podrían haber frustrado sus inicios o, al menos, retrasar un poco la explosión de su idolatría. Ahora muchos –que quizás ni siquiera lo vieron o no se enteraron en su momento-, hablan de “Clase de Boxeo” y aquello de “Vuela como una mariposa y pica como una abeja”. Pero hubo rounds en esa pelea donde Alí mostró síntomas de inseguridad y hasta de terror cuando sintió un intenso ardor en sus ojos. De pronto se desesperó y saltaba mirando a su esquina como pidiendo auxilio. Liston era, no sólo considerado un gran pegador, sino un hombre con un jab Incisivo, largo y potente con el cual preparaba su mortífera derecha. Aunque no llegó a conectar golpes potentes, Liston punteó con su jab y plantó pelea en el centro del ring. Clay y los suyos sabían que debían cuidarse de la pegada de Liston y, tal vez por eso, el retador temía que por falta de visibilidad, el Campeón pudiera alcanzarlo con su letal pegada. Clay impuso su velocidad de manos y piernas en algunos momentos provocando emoción en la fanaticada. Cuando Liston se quedó en la esquina y no salió para el séptimo asalto, la decepción del público fue mayúscula porque se consideraba que aún quedaba mucha pelea y el Campeón conservaba su opción de alcanzar al retador y someterlo con sus fuertes puños. ¿Cómo iba la pelea? Aunque es fácil encontrar entusiastas que digan que ellos la vieron y saben que Clay ganaba fácil; si se revisa la votación de los jueces, no se llega a la misma conclusión. Esta era la votación: el árbitro Barney Félix la llevaba empate 57-57: el juez Bernie Lovett 58-56 por Liston y Gus Jacobson 58-56 por Clay. Hemos visto como, recientemente con la nueva reglamentación, a un peleador indispuesto, si la pelea ya pasa del tercer round, la detienen y se va a las tarjetas para decidir el ganador. Haciendo un ejercicio de imaginación podremos ver que, en otras condiciones, esta pelea era empate y Liston retenía su corona. O mejor dicho, Clay no se coronaba ese día y tendría que esperar que el Campeón le diera otra oportunidad. Siempre se ha creído que Liston tenía nexos con mafias y el llamado “Crimen Organizado”. ¿Cuánto habría tardado Liston en darle otra oportunidad al joven Clay? De haber ido a las tarjetas y ser declarado el empate, ¿esto podría haber cambiado la historia? Quizás sí, quizás no. Pero no cabe duda que, para quien analice la historia sin fanatismos infantiles, este es un punto interesante porque no se sabe cuánto pudo haber cambiado la historia que conocemos, a la que estamos acostumbrados y acatamos sin una pisca de duda.

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El 25 de febrero de 1964 en Miami Beach EL JOVEN CASSIUS CLAY DESTRONÓ AL CAMPEÓN SONNY LISTON EN PELEA DE SITUACIONES CURIOSAS

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