José Russel

Edmundo F. Hernández Vergara De la escalera de hierro en forma de caracol, bajó lentamente un joven de figura espigada, casi un niño, enfundado en ropa deportiva color vino y sandalias sintéticas. En la planta baja del edificio, ubicado en la colonia Panamericano de Tijuana, donde el propietario montó un gimnasio de boxeo al que no se le aprecian carencias, lo esperan Ramón Terrazas, su promotor; y este reportero, que apresta la grabadora del celular y ordena las preguntas en la memoria. Aún somnoliento, con los párpados a media asta, el muchacho saluda, se presenta como José Russell y se sienta en el filo del ring. Dormía, explica, antes de nuestra llegada porque había salido a correr muy temprano. Son casi las dos de la tarde y el gimnasio luce vacío, estático. En una hora más, en el mismo espacio, todo será diferente. Durante las vacaciones, Russell, de 17 años de edad, quien se dispone a debutar como profesional el próximo 3 de mayo bajo la tutela de “Terrazas Boxing”, pasa las noches en una de las habitaciones que su entrenador, Guillermo Arias, ha construido arriba del gimnasio para darle alojo al pugilista que así lo requiera. “Vivo muy lejos. Después de ir a la escuela en la mañana, hago casi dos horas en camión para llegar a entrenar. Y de regreso igual, dos horas. Por eso en vacaciones, mejor me quedo aquí”, dice el también estudiante del sexto semestre de preparatoria. Como cualquier novel que ha decidido iniciar una aventura en los ensogados, José Russell tiene sueños, aspiraciones legítimas relacionadas con cintos, fama, dinero y gloria. En su caso, lo respalda una brillante trayectoria en el plano amateur, en donde ganó 74 contiendas y perdió solamente seis, obteniendo medallas de oro en una Olimpiada del país y en un torneo Binacional México-Estados Unidos. Se hablan maravillas de este zurdito de Tijuana que era codiciado por firmas promotoras como Zanfer y Promociones Mayen, y que, a final de cuentas, ha decidido dejar su carrera en manos “Terrazas Boxing”, una de las empresas con mayor futuro en México. “Más que mi promotor, Ramón es mi amigo. Por eso elegí Terrazas Boxing. Estoy agradecido con él porque no cualquiera te da la oportunidad de firmar y hacerse cargo de ti, sin saber cómo me va a ir como profesional. Estoy trabajando y entrenando duro para no defraudarlo”, explica Russell al respecto. Proveniente de una familia de pugilistas, en la que su padre, su hermano mayor y uno de sus tíos han probado suerte sobre los entarimados, José ultima detalles para su debut profesional en la categoría de los mosca. “El mejor ha sido mi tío, pero yo quiero superarlo… yo soy el bueno de los Russell”, afirma. Y luego agrega: “No me siento nervioso por mi debut, me siento contento y muy ansioso. Todavía pude lograr muchas cosas más en el terreno amateur, en donde hice una carrera amplia, pero me atrae mucho el boxeo profesional. Me imagino ganando en mi debut; si Dios quiere, voy a noquear…nos preparamos para eso. Estoy seguro que me esperan cosas muy buenas”, indica. Russel quiere que lo vaya a ver todo mundo en su debut. Tiene buenas intenciones. Aún se encuentra lejos de la codicia material que reina entre los adultos. Por eso ha pedido a su promotor que le pague su primer sueldo como profesional con boletos y no con dinero. Pretende regalar las entradas a sus familiares y amigos. Terrazas le ha respondido que le pagará su sueldo íntegro y que le hará llegar, también, algunas cortesías. -Háblanos de tus cualidades sobre el ring… ¿cuál es tu mayor virtud? “Soy un peleador zurdo y creo que me va a ayudar mucho mi experiencia como amateur. En Olimpiada Nacional me enfrenté a todos los estilos y aprendí a adatarme a cualquier tipo de peleador. Sé fajarme y boxear, dependiendo de lo que traiga el rival. Tengo variantes en mi boxeo y dicen que pego duro”. José se inició desde muy corta edad en el boxeo con Carmen Simón Contreras, en el gimnasio “Kid Melo” de la colonia Mariano Matamoros. Ahí se formó y dio sus primeros pasos en el arte de fistiana. Ha tenido otros entrenadores, indica, pero jamás había sentido la confianza que le proyecta Guillermo Arias, su actual manejador. “Me acuerdo que todos los entrenadores con los que he estado, me han visto cualidades. A Guillermo Arias no tengo mucho conociéndolo, pero me ha demostrado que me tiene confianza. Me ha abierto las puertas de su gimnasio y se ha hecho cargo de mí en muchos aspectos. Me dice que está muy contento conmigo y que vamos a lograr cosas importantes”, asegura. -Cualquier boxeador que inicia su carrera sueña con un campeonato mundial. Sin embargo, los elegidos son pocos; la mayoría se queda en el camino, ¿qué tiene José Russell a su favor que nos permita creer que el sueño es posible? “Todos los boxeadores que empiezan dicen que quieren ser campeones del mundo, pero muy pocos lo logran, como Usted dice. Yo no puedo decir que no tenga esa meta; quiero ser campeón del mundo y, la gran diferencia con otros boxeadores que empiezan, es que yo sí me veo lográndolo. Tengo las cualidades para no quedarme en el camino. Voy a ir paso a paso hasta ser campeón del mundo y, mi primera meta, es disputar un título juvenil en dos años”. -¿Admiras a alguno de los campeones de la actualidad? ¿Tratas de imitar a alguien? “Me gusta mucho el boxeo cubano; admiro mucho a Guillermo Rigondeaux y la carrera de Vasyl Lomachenko. Mi entrenador me pone videos de Terence Crawford; me dice que puedo aprenderle y en verdad que es un excelente peleador, es un cazador”. -Y de los mexicanos, ¿te gusta alguno? “No soy muy fan del boxeo mexicano. No hay ningún peleador que me convenza. Tal vez un poco el `Gallito` Estrada porque es inteligente cuando ataca; sabe lo que hace”. -¿El “Canelo” Álvarez no te agrada? “Es muy bueno, lo reconozco, pero no me llama la atención su boxeo”. El gimnasio empieza a poblarse. Las peras y los costales están por tomar vida, en sus rebotes, en sus vaivenes, en sus sonidos tan particulares. Jóvenes de ambos sexos y con las ilusiones intactas vendan sus nudillos. Llega Guillermo Arias del “otro lado”, bromea con Ramón Terrazas, quiere venderle una “pera de agua” en 180 dólares. “Ese aparato es nuevo, sirve para todo. Si no, pregúntale al ´Canelo´”, intenta persuadir. El joven entrevistado debe vendarse los puños y cambiar las sandalias sintéticas por las zapatillas de entrenamiento. Su debut se aproxima y extiende la invitación a todos: “Los invito el próximo 3 de mayo para que me acompañen en mi debut profesional. Va ser en el Centro de Espectáculos Tijuana, que está por la 5 y 10. Le aseguro a la gente que se va a llevar una buena impresión de mí. Ya estoy listo; voy a dar buena pelea. Inicia mi carrera”, puntualizó. Fotografías: RM

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