Arturo Godoy – Solo Boxeo

Por Ariel Lomasto EL GUAPO DE CALETA BUENA Festejó el final del combate saltando con ambos pies juntos sin parar, como haciendo soga imaginaria; flexionando las rodillas, aún después de 15 rounds, mostró su resto físico increíble; abrazos poderosos a sus segundos que invadieron el centro de ring reflejaban su alegría; pronto, como si lo hubiera olvidado, corrió al rincón adversario para besar a su oponente, felicitarlo con palmadas en la nuca y murmurarle al oído seguramente palabras de agradecimiento. Un rival apático, agotado, triste. Un rival que obligado por el referee y jurado Arthur Donovan levantó el brazo derecho para celebrar la victoria. El 9 de febrero de 1940 en el Madison Square Garden el boxeador chileno Arturo Godoy enfrentó por primera vez a Joseph Louis Barrow (un tal Joe Louis) y perdió por puntos en decisión dividida. Horas después, impecablemente vestido y en compañía de su esposa, la actriz argentina Leda Urbinatti, declaró: “Queridos compatriotas y amigos de América del Sur, Joe Louis es un gran boxeador, pero estoy seguro que cuando peleemos la revancha en junio trataré y haré lo posible para llevar el campeonato mundial a Chile”. El 20 de junio de ese año en el Yankee Stadium el crédito de Caleta Buena (a pocas millas de Iquique, Chile), aquel chico nacido el 10 de octubre de 1912 luchó por 8 asaltos nuevamente con Joe Louis. Al minuto y 24 segundos de ese round el árbitro suspende la pelea y declara al Bombardero de Detroit vencedor por K.O.T. Fueron dos derrotas por la corona mundial de peso pesado las que sufrió Arturo Godoy y las dos frente al mismo rival. En ambos encuentros Godoy demostró al mundo que su coraje, valentía y confianza en sí mismo no tenían límites y todo esto, acompañado por su historia de vida, fue (y sigue siendo) motivo de inspiración. El historiador e investigador chileno Roberto Castillo Sandoval escribió su primera biografía novelada titulada “Muriendo por la dulce patria mía” y en ella relata la vida de Arturo Godoy. El texto dado a conocer en 1997 tiene la particularidad de saltar en el tiempo. Desde el momento en que el autor descubre al boxeador iquiqueño e inicia su trabajo obsesivo de investigación hasta los mismos años de esplendor del púgil, y viceversa. Muchas veces en el relato se unen ambas épocas a través de personajes comunes haciendo que la imaginación del lector se esfuerce al máximo y logrando una concentración en la lectura como pocas novelas lo consiguen. El cuentista transandino Raymundo Cibral (seudónimo de Isaias Castillo Galleguillos) redactó “Agáchate Godoy”, relato que forma parte de Fuerza y Corazón, Cuentos del Deporte y la Vida. La frase se había hecho famosa en el primer encuentro Godoy-Louis ya que un joven reportero, luego amigo de Godoy, llamado Gabriel Meredith la vociferaba constantemente. Varios fueron los intentos del cine por llevar a Arturo a la pantalla grande. La única película que llegó a concretarse es Grandpa Goes to Town (El abuelito va a la ciudad, que en Chile se conoció como Andanzas de un campeón) del año 1947 y se trata de una comedia. El ilustrador Raúl Manteola reconoció y homenajeó a su compatriota chileno cuando con su técnica de óleo retrató al púgil en la tapa de la revista El Gráfico número 1093 del 21 de junio de 1940. Bernardo Guerrero Jiménez, escritor y sociólogo chileno, publicó en 2010 Arturo Godoy. Una interesante obra que relata de punta a punta la vida del boxeador, sus orígenes, su infancia y adolescencia, los primeros pasos en el pugilismo hasta llegar a los combates por el título mundial y todo lo posterior a ese año bisagra que fue 1940. Bernardo Guerrero, además de los datos mencionados, incorpora en gran parte de la obra la transcripción de crónicas periodísticas de la época tanto chilenas como argentinas que intercaladas con la biografía forman un relato ágil y de interesante lectura. Las fotos, retratos, documentos, estadísticas, grabados y afiches, adornan las páginas de, ciertamente, la obra más completa que se conozca sobre Arturo Godoy. Numerosos fueron los poetas chilenos que con sus versos se hicieron presente: Floridor Pérez y Guillermo Ross-Murray, entre otros. A ellos pertenece El Canto a la derrota de Aturo Godoy y Dale Godoy Dale (respectivamente). El recopilador de poesía Rolando Guzmán rescató los siguientes versos: “Con la cara sonriente, y su bravo corazón, conquistó los laureles, para toda su nación” que es un resumen perfecto de Godoy: su humor, su patria y su corazón. Que peleó por el mundo entero (Chile, Argentina, Estados Unidos, Cuba, Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia y España); que fue campeón peso pesado de Chile, de Sudamérica y Latinoamérica; que subió al ring como profesional 124 veces y que venció a Firpo en Buenos Aires, son datos anecdóticos ajenos a esta nota. Festejó el derrotado como si hubiera triunfado, consoló al súper campeón como si éste hubiera perdido, agradeció a todos y no dejó nunca de demostrarlo. Así era Arturo Godoy, Arturito para los amigos y, a partir de ahora, para este cronista también. Ariel Lomasto lomastoariel@yahoo.com.ar libros de boxeo

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