¿Qué deberán hacer Wilder y Fury para ganar?

Después del empate entre estos dos, los púgiles más carismáticos de los pesos pesados, en 2018, se espera que para su próxima pelea, febrero de 2020, uno salga vencedor y, por lo tanto, consiga batir por primera vez al otro.

El mundo del boxeo espera con gran entusiasmo una velada que podría ser histórica. Está marcada en el calendario para todos los aficionados al cuadrilátero, una fecha que, por fin ya se conoce, el 23 de febrero del 2020. Es ahí cuando Deontay Wilder y Tyson Fury volverán a verse las caras en un duelo que deberá determinar quién es el mejor de los dos.

El precedente a este combate se dio a finales del 2018, en un enfrentamiento tremendo que acabó con empate técnico, en la primera pelea que no significaba una victoria para los dos. Hasta ese momento el estadounidense llegaba con un 40-0, mientras que la marca del púgil inglés era de 27-0, lo que les deja como los dos principales referentes en el peso pesado actualmente.

Fury debe preparase mejor

Pero, a pesar de la igualdad que se espera ver en el ring ese domingo 23 de febrero, lo cierto es que Fury figura como principal candadiato a la victoria. El británico tuvo tres años de parón, entre 2015 y 2018, en los que se dio a la mala vida en vez de al boxeo. Eso le pasó factura en su combate contra Wilder, algo que quiere cambiar para tener más posibilidades de batir al estadounidense en 2020.

Siendo un boxeador más técnico que Deontay, Tyson espera llevar por los puntos el combate, lo que sin duda le daría más opciones de ganar y evitar otro polémico empate. De hecho, inicialmente parte como el favorito según la casa de apuestas Betway, que le da una cuota de 1,80 (el 9 de julio del 2019) por ganar, por la de su rival que es de 2,15. Eso unido a que en esta ocasión sí que se preparará a conciencia para la pelea, parece que podría lograr llevarse el cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que hay en juego y que pertenece a Wilder.

Por su parte, el norteamericano también tendrá sus opciones y, sobre todo, se espera que plante cara en la enésima defensa de este cinturón. Además, entre medias, tendrá otro combate de altura, contra el cubano Luis Ortiz, a quien ya ganó en 2018.

Cuidado con los golpes de Wilder

De este boxeador lo que destaca es su gran pegada, 40 de sus 41 victorias fueron por nocaut y solo una por decisión, la cual tendrá que intentar evitar Fury. Pero, lo cierto es que si su rival se mueve bien por el ring y es capaz de no encajar demasiados golpes duros del púgil de Alabama, entonces el duelo podría llevarse de nuevo a una decisión de los jueces, la cual, en un principio, favorecería al inglés.

Como podemos comprobar en Marca, el combate ya estaría asegurado para la fecha anteriormente mencionada y solo algo extradeportivo podría modificarla. Eso sí, lo que aún no se conoce es el lugar en donde se verán las caras de nuevo. Puede que repitan en el Staples Center, aunque Las Vegas también coge forma como posible destino.

Entre medias solo queda por confirmar que Wilder mantendrá el cinturón que posee desde 2015 en su pelea contra Ortiz y así tener todos los ingredientes para que esta sea una velada mágica y, posiblemente histórica, en la que se enfrentarán los dos mejores boxeadores de la máxima categoría en un duelo a muerte para tratar de evitar la que podría ser la primera derrota para cualquiera de los dos.

Por lo tanto, las opciones de Tyson para ganar pasan por, primeramente, hacer una preparación adecuada, alejarse de la mala vida y concentrarse en hacer lo que mejor sabe, pelear. Si lo consigue y llega con una versión mejorada a la actual, entonces partirá como principal candidato para ser el nuevo campeón del CMB, mientras que de lo contrario podría despedirse de su condición de invicto.

Por su parte, Wilder, primero ha de afrontar su peligroso duelo contra Ortiz, en el que todo el mundo espera que, incluso, tumbe rápido al cubano, que en su anterior enfrentamiento solo le aguantó 10 asaltos. A partir de ahí si gana saldrá reforzado de cara al combate que le espera en febrero, con cinco meses por delante para preparar una pelea que le podría coronar como el mejor de su tiempo.