Regresa Manny Pacquiao, el Pacman. Leyenda de este deporte, ídolo del pueblo filipino, y para mí, uno de los 30 mejores boxeadores de todos los tiempos.
Regresa con 46 años tras casi cuatro años de retiro. Su último combate fue, ante Yordenis Ugas, en 2021, perdiendo a los puntos en aquella noche de agosto.

Impulsado por la añoranza, no creo que por el dinero, regresa el diablo tagalo. Aquel que dio tantas noches de gloria, tantos momentos y estampas para el recuerdo de los aficionados. Se convirtió en un rey de los highlights para siempre.
Regresa Manny para exponerse ante Mario Barrios, un buen boxeador que posee el título del Consejo Mundial del peso welter.
Que un boxeador retirado regrese no es nada nuevo. Muchos son los que intentaron esa gesta, alguno alcanzó la gloria y muchos fracasaron.
¿Quién no recuerda aquella noche mágica de Foreman con Moorer?

Ese recuerdo forma parte de la historia de este deporte. Big George regresó y se convirtió de nuevo en campeón de los pesos pesados.
No sabemos cómo regresará Pacquiao, si será competitivo o no, si mantiene el tono físico o ya está lejos de aquel boxeador sublime que dejo tan tremendo legado.
Lo que sí sé es que no quiero verlo arrastrándose, dando una imagen triste como la que dio Ali ante Larry Holmes aquel octubre de 1980.
Tengo muchos recuerdos de boxeadores acabados que intentaron esa última gesta: Leonard contra Camacho, Tyson contra Paul, o aquellos combates de poca categoría que realizó Ron Lyle a mitad de los noventa.
Imágenes tristes y decrépitas de viejas glorias que quisieron volver, a veces por el anhelo de querer tocar de nuevo la gloria y otras veces acuciados por la necesidad imperante del vil metal.
La pelea del azteca Barrios con Pacquiao será, sea cual sea el resultado, un hito más de la historia de este deporte. Para bien o para mal.
Mientras tanto, otros viejos rockeros como Ricky Hatton también se animan a regresar, pero parece que a otro nivel.
Veremos que nos depara esta nueva aventura del Pacman y veremos cómo acaba todo esto. En todo caso le deseamos a ambos púgiles la mayor de las suertes en su enfrentamiento.
Marcos Nogueroles Hernández