Es lo que he sentido al ver a Tank Davis frente a ese funesto empresario que hace una parodia de nuestro amado deporte.
Gervonta nació para ser un Terence Crawford, una megaestrella de este deporte, la élite pura y dura.
Los problemas legales y psicológicos lo han ido desplomando. La sombra alargada de Floyd ha terminado por tragárselo.
El Tank que hemos visto frente a Paul en el escenario solo era una burda burla del excelente boxeador que hemos paladeado en estos últimos años.
Gervonta ha vendido su legado por dinero. El empate frente a Roach, bajo su parecer, es una mácula en su propio legado, una mancha que le impide igualar a Mayweather Jr. en su añorado récord profesional. Una excusa que le permite abandonar el sendero de la dignidad boxistica que lo ha llevado al éxito para cambiar el valor del deporte por el camino del dinero fácil.
La imagen es triste, penosa la verdad. ¿Qué hace ahí Gervonta Davis con solo treinta años de edad?, ¿qué clase de payasada es esta?
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Deseo de todo corazón que sea capaz de reconducirse, de mirar más allá del dinero, y de volver a la verdadera competición frente a los Roach o Stevenson de turno. De lo contrario, solo se convertirá en un nuevo juguete roto. No hay que tener un récord inmaculado para ser un gran boxeador, la mayoría alcanzó la gloria tras sufrir alguna derrota. Espero que Gervonta sea capaz de volver a donde debe y de vivir aprender a vivir con ello.
Marcos Nogueroles Hernández
1 comentario
Sin rencor en absoluto (lo justo) quita de matrícula profesional y listo … hága lo que quiera con su vida
vaya a un zoológico o al circo y presentese como ex campeon retirado, asi no podrá servirse del boxeo como un simple peldaño económico que es justamente lo que pretende, no le pagarán lo que espera recibir ya que un ex no embolsa como un pro
– Quémen al negro de esa manera
Es una medida ejemplar, si se lleva a cabo, donde los demás lo pensarán 2 veces antes de arriesgarse a perder la habilitación