Donde quedo el ultimo Medallista Olimpico Mexicano?
Publicado: Mar Jul 30, 2013 4:44 pm
El bronce que consiguió Christian Bejarano en Sydney 2000 es la última medalla que ha conseguido el boxeo mexicano a nivel olímpico. El chihuahuense tuvo un paso fugaz por el profesionalismo donde solo tuvo 15 peleas, aunque las ganó todas, y no se sube al ring desde el 29 de septiembre de 2007.
En una historia idéntica a la de muchos héroes olímpicos del deporte mexicano, hoy Christian Bejarano trabaja en el ayuntamiento de Chihuahua, metido de lleno en el apoyo al boxeo aficionado, donde organiza del Torneo de Barrios en la capital del estado, un certamen en el que compiten 250 peleadores.
Christian Bejarano es el ejemplo más reciente de esa paradoja del boxeo mexicano: los que ganan medalla difícilmente ganan campeonatos mundiales en el profesionalismo. El único caso de la historia es Alfonso Zamora, plata en Munich 72 y campeón mundial gallo de la AMB.
Bejarano debutó el 27 de marzo de 2001, y a pesar de que tenía un récord invicto como profesional, decidió dejar la profesión para estudiar la carrera de Educación Física en la Universidad de Chihuahua.
“La decisión no fue fácil, pero lo hice pensando en lo mejor para mí. No era fácil dejar el boxeo, después de ser medallista y marchar invicto en el profesional, nadie me ganó en quince peleas, pero decidí retirarme, lo analicé bien, reflexioné muchas cosas y llegué a la decisión de hacer otra cosa. No me arrepiento porque sigo en lo que me gusta, ahora apoyando a los jóvenes para que logren sus sueños en este bello deporte, que es el boxeo”, afirmó al diario Rotativo.
En tierras australianas, Bejarano ganó tres combates antes de caer en la semifinal con el ucraniano Andriy Kotelnyk y asegurar así la medalla de bronce.
“Fue un gran honor el que te vea todo tu pueblo con la medalla, se la dediqué a mi abuelo, a mi familia y a todo mi país. Es un momento que siempre llevaré conmigo, el subir al podio no se compara con nada, es el sueño de todo deportista que va a unos Juegos Olímpicos y el mío se hizo realidad”, expresó Bejarano.
Hace 13 años que el boxeo mexicano no gana una medalla olímpica, mientras que a nivel profesional el deporte de los puños sigue acumulando glorias.
En una historia idéntica a la de muchos héroes olímpicos del deporte mexicano, hoy Christian Bejarano trabaja en el ayuntamiento de Chihuahua, metido de lleno en el apoyo al boxeo aficionado, donde organiza del Torneo de Barrios en la capital del estado, un certamen en el que compiten 250 peleadores.
Christian Bejarano es el ejemplo más reciente de esa paradoja del boxeo mexicano: los que ganan medalla difícilmente ganan campeonatos mundiales en el profesionalismo. El único caso de la historia es Alfonso Zamora, plata en Munich 72 y campeón mundial gallo de la AMB.
Bejarano debutó el 27 de marzo de 2001, y a pesar de que tenía un récord invicto como profesional, decidió dejar la profesión para estudiar la carrera de Educación Física en la Universidad de Chihuahua.
“La decisión no fue fácil, pero lo hice pensando en lo mejor para mí. No era fácil dejar el boxeo, después de ser medallista y marchar invicto en el profesional, nadie me ganó en quince peleas, pero decidí retirarme, lo analicé bien, reflexioné muchas cosas y llegué a la decisión de hacer otra cosa. No me arrepiento porque sigo en lo que me gusta, ahora apoyando a los jóvenes para que logren sus sueños en este bello deporte, que es el boxeo”, afirmó al diario Rotativo.
En tierras australianas, Bejarano ganó tres combates antes de caer en la semifinal con el ucraniano Andriy Kotelnyk y asegurar así la medalla de bronce.
“Fue un gran honor el que te vea todo tu pueblo con la medalla, se la dediqué a mi abuelo, a mi familia y a todo mi país. Es un momento que siempre llevaré conmigo, el subir al podio no se compara con nada, es el sueño de todo deportista que va a unos Juegos Olímpicos y el mío se hizo realidad”, expresó Bejarano.
Hace 13 años que el boxeo mexicano no gana una medalla olímpica, mientras que a nivel profesional el deporte de los puños sigue acumulando glorias.