'King' Molina: “Todos saben que soy el aspirante número uno”
Publicado: Mié May 02, 2012 6:40 am
La historia es conocida para los aficionados del boxeo. El pasado 24 de marzo, Carlos Molina, un michoacano afincado desde muchos años en Chicago, llevaba una amplia ventaja en una pelea por el título Continental de las Américas del CMB en la división superwelter ante el invicto noqueador y favorito James Kirkland en Houston, Texas.
Pero Kirkland derribó al mexicano al final del décimo asalto de ese combate pactado a 12 rounds. Molina se levantó en buenas condiciones, escuchó la cuenta de protección del árbitro Jon Schorle y se fue a sentar en su rincón. Unos momentos más tarde Schorle decretaba la descalificación del michoacano porque sus entrenadores ingresaron al ring al sonar la campana que decretaba el final del round, sin esperar que el árbitro terminara el conteo de ocho segundos.
“Me robaron la pelea”, dijo Molina desde su casa en La Villita. “Nosotros sabíamos antes de la pelea que algo podía pasar, estaban buscando algo para robarnos”.
En el momento de la descalificación, dos jueces tenían ventajas para Molina (88-83 y 87-84) mientras que el tercer jurado, Gale Van Hoy, famoso por entregar tarjetas escandalosas a favor de boxeadores locales, tenía a Kirkland arriba por 86-85.
“Las reglas de Texas dicen que si suena la campana y te levantas, ahí se termina el round”, agregó Molina.
Sin embargo, dos experimentados árbitros de Chicago creen que el árbitro actuó de acuerdo con el reglamento.
“Las reglas son iguales en Texas e Illinois”, explicó el árbitro local Celestino Ruiz. “Un boxeador no puede ser salvado por la campana, la cuenta del árbitro debe seguir y cuando el árbitro termina de contar, ahí pueden subir los entrenadores al ring”.
Ruiz recuerda una pelea similar en el Aragón Ballroom de Chicago, cuando el polaco Andrzej Fonfara fue derribado al final de un asalto.
“Los entrenadores de Fonfara ya tenían el banquito arriba del ring y yo les dije que lo sacaran”, explicó Ruiz. “Podría haberlo descalificado (a Fonfara) pero decidí seguir con la cuenta”.
Gerald Scott, otro árbitro con dos décadas de experiencia, también opina que la decisión en la pelea de Molina fue correcta.
Al igual que Ruiz, Scott cree que los entrenadores de Molina debían conocer las reglas y cometieron un grave error. “Dos cosas podrían haber ocurrido: el árbitro podía decretar la descalificación o podía simplemente haber advertido a los entrenadores”, dijo Scott. “Pero si el otro boxeador (en este caso Kirkland) presenta una protesta y pide la descalificación, habría que concederle la victoria por descalificación”.
Más allá de la justicia o no en la pelea de Molina en Texas, el final controversial parece corresponder a una constante en la carrera del michoacano de Pátzcuaro. En 2005 todos lo vieron ganarle a Julio César Chávez Jr. en Monterrey pero el fallo oficial fue un polémico empate. Después Chávez ganó la revancha en 2006 en Las Vegas. Mientras que en 2011 pareció haber derrotado al invicto cubano Erislandy Lara (15-0) pero allí también se decretó un empate.
‘King’ Molina siempre ha ido contra la corriente, consiguiendo victorias sorpresivas ante púgiles considerados favoritos. Y muchas veces resultó perjudicado por ser visitante en otras ciudades de Estados Unidos.
“Nunca tuve un promotor en Chicago y fui a Las Vegas, Nueva York y otras ciudades como ‘el oponente’ de un boxeador local”, comentó el michoacano. “Pero no me arrepiento porque eso me dio una gran experiencia”.
Algunos creen que la derrota ante Kirkland le impedirá cobrar bolsas de entre $300,000 y $400,000 dólares en su próximo combate. Molina no lo ve así: “Todo depende del rival, si peleo contra Sergio ‘Maravilla’ Martínez podría ganar eso”.
El problema es que nadie quiere enfrentar hoy a Molina debido a su estilo complicado y lo difícil que resulta golpearlo. Los manejadores de Kirkland dijeron primero que aceptaban una revancha pero ahora opinan lo contrario. A Molina le gustaría enfrentar a ‘Maravilla’ Martínez -si este baja de peso- o al ‘Canelo’ Álvarez.
Molina (19-5-2, 6 KOs) derrotó el año pasado al boricua Kermit Cintrón, ex campeón mundial, y llevaba una seguidilla de 11 victorias y un empate antes de enfrentar a Kirkland.
“Todos saben que soy el desafiante número uno”, dice ahora. “No he perdido en forma legítima desde 2006. A todos los campeones de las 154 libras quiero decirles que peleen conmigo porque yo soy el verdadero número uno del ranking”.
Pero Kirkland derribó al mexicano al final del décimo asalto de ese combate pactado a 12 rounds. Molina se levantó en buenas condiciones, escuchó la cuenta de protección del árbitro Jon Schorle y se fue a sentar en su rincón. Unos momentos más tarde Schorle decretaba la descalificación del michoacano porque sus entrenadores ingresaron al ring al sonar la campana que decretaba el final del round, sin esperar que el árbitro terminara el conteo de ocho segundos.
“Me robaron la pelea”, dijo Molina desde su casa en La Villita. “Nosotros sabíamos antes de la pelea que algo podía pasar, estaban buscando algo para robarnos”.
En el momento de la descalificación, dos jueces tenían ventajas para Molina (88-83 y 87-84) mientras que el tercer jurado, Gale Van Hoy, famoso por entregar tarjetas escandalosas a favor de boxeadores locales, tenía a Kirkland arriba por 86-85.
“Las reglas de Texas dicen que si suena la campana y te levantas, ahí se termina el round”, agregó Molina.
Sin embargo, dos experimentados árbitros de Chicago creen que el árbitro actuó de acuerdo con el reglamento.
“Las reglas son iguales en Texas e Illinois”, explicó el árbitro local Celestino Ruiz. “Un boxeador no puede ser salvado por la campana, la cuenta del árbitro debe seguir y cuando el árbitro termina de contar, ahí pueden subir los entrenadores al ring”.
Ruiz recuerda una pelea similar en el Aragón Ballroom de Chicago, cuando el polaco Andrzej Fonfara fue derribado al final de un asalto.
“Los entrenadores de Fonfara ya tenían el banquito arriba del ring y yo les dije que lo sacaran”, explicó Ruiz. “Podría haberlo descalificado (a Fonfara) pero decidí seguir con la cuenta”.
Gerald Scott, otro árbitro con dos décadas de experiencia, también opina que la decisión en la pelea de Molina fue correcta.
Al igual que Ruiz, Scott cree que los entrenadores de Molina debían conocer las reglas y cometieron un grave error. “Dos cosas podrían haber ocurrido: el árbitro podía decretar la descalificación o podía simplemente haber advertido a los entrenadores”, dijo Scott. “Pero si el otro boxeador (en este caso Kirkland) presenta una protesta y pide la descalificación, habría que concederle la victoria por descalificación”.
Más allá de la justicia o no en la pelea de Molina en Texas, el final controversial parece corresponder a una constante en la carrera del michoacano de Pátzcuaro. En 2005 todos lo vieron ganarle a Julio César Chávez Jr. en Monterrey pero el fallo oficial fue un polémico empate. Después Chávez ganó la revancha en 2006 en Las Vegas. Mientras que en 2011 pareció haber derrotado al invicto cubano Erislandy Lara (15-0) pero allí también se decretó un empate.
‘King’ Molina siempre ha ido contra la corriente, consiguiendo victorias sorpresivas ante púgiles considerados favoritos. Y muchas veces resultó perjudicado por ser visitante en otras ciudades de Estados Unidos.
“Nunca tuve un promotor en Chicago y fui a Las Vegas, Nueva York y otras ciudades como ‘el oponente’ de un boxeador local”, comentó el michoacano. “Pero no me arrepiento porque eso me dio una gran experiencia”.
Algunos creen que la derrota ante Kirkland le impedirá cobrar bolsas de entre $300,000 y $400,000 dólares en su próximo combate. Molina no lo ve así: “Todo depende del rival, si peleo contra Sergio ‘Maravilla’ Martínez podría ganar eso”.
El problema es que nadie quiere enfrentar hoy a Molina debido a su estilo complicado y lo difícil que resulta golpearlo. Los manejadores de Kirkland dijeron primero que aceptaban una revancha pero ahora opinan lo contrario. A Molina le gustaría enfrentar a ‘Maravilla’ Martínez -si este baja de peso- o al ‘Canelo’ Álvarez.
Molina (19-5-2, 6 KOs) derrotó el año pasado al boricua Kermit Cintrón, ex campeón mundial, y llevaba una seguidilla de 11 victorias y un empate antes de enfrentar a Kirkland.
“Todos saben que soy el desafiante número uno”, dice ahora. “No he perdido en forma legítima desde 2006. A todos los campeones de las 154 libras quiero decirles que peleen conmigo porque yo soy el verdadero número uno del ranking”.