Por Chon Romero
¿CUÁL ES EL VALOR ACTUAL DE LAS CLASIFICACIONES MUNDIALES?
PARECIERA, QUE LOS ORGANISMOS DEL BOXEO, SÓLO SON ÚTILES PARA COBRAR EL VALOR DE LAS SANCIONES DE LOS COMBATES DE BOXEO. ORDEN Y JUICIO DE LA DEBIDA APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIONES MUNDIALES NO EXISTE, LOS CAMPEONES Y RETADORES COMBATEN CON QUIÉNES LES VENGA EN GANA Y SIN CENSURA, Y ES LA RAZÓN DEL DEBILITADO BOXEO PROFESIONAL, DONDE CUALQUIER PÚGIL HOY SURGE DE MONARCA, POR NO HABERSE EXAMINADO CON LOS VERDADEROS RETADORES DE SUS RESPECTIVAS DIVISIONES.
Chon Romero
Decir en el deporte del boxeo, que hemos superado alguna vez, la famosa “Época de Oro” del pugilismo que abarcó los años de 1940-1960, que se forjó en Nueva York, e hizo a esta disciplina famosa a nivel mundial es mentir. En esos años se combatía por reputación y pundonor, más que por los millones que se pagan hoy por cualquier altercado. Fue época, cuando el boxeo fue pasión, antes de ser negocio, que en el presente está deshecho de sus cimientos, y depende más de los antojos de los promovedores y cables de televisión, que de sus propios reglamentos.
A quién no les llama la atención esa pasada e inolvidable pléyades de pugilistas de la talla de Jack Johson, Joe Louis, Rocky Marciano, “Sugar” Ray Robinson, Henry Armstrong, Sandy Saddler, Benny Leonard, Panamá Al Brown, Abe Attell, Willie Pep y muchos otros, que dejaron con sus exhibiciones, la calidad superlativa de ser monarcas a nivel mundial, en era donde los oponentes eran de igual nivel pugilístico y tan exaltados profesionalmente, como los representantes de categorías.
Tampoco, quiero dejar desapercibido, que las décadas de los años setenta y ochenta, son los años que más se acercaron y recordaron, los mejores momentos que ascendieron e hicieron popular este viril deporte a nivel mundial, con pugilistas que todavía son y serán honrados en la memoria de todos los que seguimos la ardua competencia del deporte del boxeo.
Pascual Pérez, Ismael Laguna, Carlos Ortiz, Roberto Durán, Rubén Olivares, Wilfredo Benítez, Alexis Arguello, Marvin Hagler, “Sugar” Ray Leonrad, Thomas Hearns, Miguel Canto, Betulio González, Alfredo Escalera, Aron Pryor, Antonio Cervantes (Kid Pambelé), Nicolino Loche, Carlos Monzón, Eder Jofre (El Gallo de Oro), Carlos Zárate, Julio César Chávez, Wilfredo Gómez, Salvador Sánchez y muchos más, que se hicieron notables por sus retos y calidad de refriegas en defensa de hegemonía profesional, cuando la evaluación real del boxeador se vivió, se palpó, se exhibió y se promocionó a nivel mundial sin restricciones, no creo que haya tenido el pugilismo su hegemonía total amenazada en competencia física y de técnica.
La gran verdad fue haber competido en años pasados, en férreas rivalidades con las exigencias de las clasificaciones mundiales, cuando en aquellos tiempos, se tenía que combatir con el décimo clasificado, hasta el primer retador para obtener oportunidad campeonil.
Hoy, la diferencia es enorme, la gran mayoría de los oponentes de los campeones del mundo no se examinan con los verdaderos retadores clasificados mundialmente, son elegidos a dedos, por los promovedores y cadenas de televisión (ESPN, SHOWTIME y HBO), y aceptados por las cuatro organizaciones de boxeo (AMB, CMB, FIB y OMB), siendo su negocio o forma de generar dinero sancionando combates y cuanto más mejor. Fue precisamente, la razón por la cual surgió la corrupción y la debacle del pugilismo, que palpamos y vivimos después de aquellas décadas del setenta y ochenta, para no extendernos a la más fructífera que fue de 1940-1960, y desde entonces, los monarcas que surgen en el pugilismo son pocos los que alcanzan el respeto y la distinción que se le otorgó en años pasados.
¿POR QUÉ HOY, CUALQUIER BOXEADOR ES MONARCA MUNDIAL SIN DEJAR REMEMBRANZAS, Y MENOS RAZONES, PARA PERTENECER A LAS EXCELENCIAS DE NOMBRES QUE JAMÁS PODEMOS OLVIDAR EN ESTA DISCIPLINA?
Caballeros, amigos de esta disciplina deportiva, contestando la interrogante del subtítulo, fue el orden a seguir con honestidad y respeto que se tuvo en aquellos años a los esfuerzos con guantes y coraje de cada participante a nivel continental. Actualmente, los intereses promocionales, el pedido de las cadenas de cables y la aceptación de las entidades pugilísticas, claudicaron con las realizaciones de muchos y reales paladines del pugilismo, como también mejores y prósperos boxeadores.
Un ejemplo patético acaba de ocurrir con la oportunidad que se le permitió a Vasyl Lomachenko, con solamente un combate de profesional, disputar el cetro mundial de los pesos pluma contra el mexicano Orlando Salido. Fue irrespeto y desconsideración a los clasificados que por meses y años con créditos, esperan por una oportunidad de título mundial. Vasyl Lomachenko, hizo aceptable disputa del monarcado de los pesos pluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), y aún con todos los créditos y preseas de aficionado que lo señalan para ser en el futuro buen profesional, jamás se debió saltar al primer retador que más que nadie espera por ansiedades oportunidad que se ganó en el concurso del pugilismo.
Estas preferencias, y distanciamientos del orden de las clasificaciones del boxeo a nivel mundial, fue lo que dio motivo al surgimiento de los falsos paladines, que las mayorías de ellos solamente, cuentan con el triunfo casual sobre cualquier campeón de turno, y después, jamás, no sólo pudieron establecerse de defensores, sino que desaparecieron como ave de paso, dejando interrogantes que dañaron la imagen del pugilismo a nivel continental.
¿POR QUÉ DE LA REALIDAD Y ÉXITOS DE LOS SOTENEDORES DEL PASADO, CUANDO SURGÍAN POR LA EXAMINACIÓN BOXÍSTICA DE LOS DIEZ MEJORES CLASIFICADOS DE CADA DIVISIÓN, QUE HOY SON QUINCE?
Fue la buena práctica que nos otorgaron paladines que enaltecen al deporte del boxeo, y es tanto así, que parangonar a los campeones mundiales del presente con los de ayer la diferencia profesional es enorme. No solamente por la calidad profesional de los monarcas, era la incertidumbre que surgía en cada exposición de los cetros por la recia calidad de los retadores que hoy no tenemos. El primer retador, estaba obligado a hacer demandas en cortes y pleitos con las mismas entidades de boxeo para hacer cumplir sus derechos, por el recelo profesional de los monarcas para otorgar las obligadas defensas de título mundial al primer retador.
Floyd Mayweather y Saúl “Canelo” Álvarez, han contribuido a agudizar el mal en el deporte del boxeo, y claro, apoyados por las organizaciones de boxeo y las cadenas de cables, seleccionando ellos, y no las entidades del pugilismo, el oponente que le venga en ganas, y con la determinación ganarse significantes suma s de dinero, que para Mayweather significan, treinta y dos millones de dólares para sus próximas seis contiendas de las cuales ya se le aprobaron tres, y las que faltan serán de oponentes menos significantes de amenazas para su reinado de los pesos wélter por no poseerlos.
El conducto de buen pugilismo, quiérase o no, está basado en las reglamentaciones serias y respetables de las clasificaciones mundiales, siempre y cuando se regulen y se acuerde con tino, el avance y descenso, de las verdaderas actuaciones de los protagonistas a nivel universal, sin preferencias, amiguismo y políticas de las entidades de boxeo.
Las creaciones de subcampeones o interinatos que en el pasado surgían por lesiones o enfermedades a largo plazo del titular, y al regresar el monarca tenía que enfrentarse al campeón interino, para recobrar su legitimidad, hoy no es así, los súper campeones y campeones interinos surgen de antojos comerciales de las entidades del pugilismo para doblar sus arcas anuales, con más sanciones de combates campeoniles, sin importarles que a nosotros los aficionados los califiquemos de aberración a la verdad y a lo que profesan los reglamentos del deporte del boxeo.
¡Incorporemos al BOXEO¡